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Estados Unidos, preocupado por biotecnológicos, camiones y etanol

En una carta a Santos, el vicepresidente Biden dice que decretos 'lastiman' el comercio bilateral.

El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, le envió esta semana una carta agridulce al presidente Juan Manuel Santos.

En la comunicación, conocida por EL TIEMPO, el segundo de Barack Obama es pródigo en elogios al gobierno de Colombia y expresa el deseo de su país de estrechar aún más las relaciones bilaterales en este cuatrienio, pero le plantea una serie de preocupaciones económicas, dentro del marco del tratado de libre comercio (TLC) que rige entre los dos países desde hace un par de años.

Biden comienza por ofrecer excusas debido a que no asistió a la posesión de Santos, el 7 de agosto, pero le recuerda al Jefe del Estado que ya lo había visitado a mediados de junio, tras su triunfo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.

“Usted asume su segundo periodo en momentos de grandes promesas para Colombia, con la paz al alcance de la mano,prospectos económicos ilimitados y ascendiendo en el alcance de la diplomacia. Esas oportunidades, que antes parecían impensables, son un tributo a su liderazgo y un testamento de la perseverancia, sacrificio y optimismo del pueblo colombiano”, escribe el vicepresidente.

En los párrafos siguientes, Biden le subraya a Santos que la prosperidad de Colombia es de “interés para la seguridad nacional de Estados Unidos” y promete respaldar su ambición de ingresar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), conocida popularmente como el ‘club de los países ricos’.

Dicho eso, el exsenador demócrata entra en materia. “Para poder profundizar y expandir nuestra cooperación bilateral económica debemos mantener el enfoque en asuntos apremiantes y de consecuencia para nuestra agenda comercial. Entre ellos está la implementación de los compromisos de Colombia en propiedad intelectual y su progreso sostenido en el Plan de Acción Laboral”, dice.

Y luego añade que Estados Unidos “sigue preocupado por el decreto de chatarrización, que está lastimando nuestro comercio bilateral –y, presuntamente, la calidad del aire en Colombia–, nuevas restricciones a la importación de etanol y el decreto sobre (medicamentos) biotecnológicos, que tanto la Organización Mundial de la Salud como expertos en Estados Unidos creen que podría poner en riesgo la salud”.

Desde hace cuatro años, el Gobierno colombiano venía trabajando en el decreto sobre biotecnológicos, que ya fue firmado por el Ministro de Salud. Se trata de un asunto crucial, no solamente para la salud de los pacientes, sino para la estabilidad financiera de todo el sistema.

Cada año, el país se gasta unos mil millones de dólares en estos medicamentos. Uno de los objetivos del decreto es crear una ‘ruta abreviada’ de aprobación para los productos biosimilares, producidos a menor costo, siempre y cuando no involucren moléculas demasiado complejas.

La iniciativa enfureció a los laboratorios que desarrollan estos medicamentos –la mayoría estadounidenses–, a pesar de que lo planteado por Colombia regiría solo después de vencida la patente, que les otorga el monopolio del producto hasta por 20 años. Por eso, estarían presionando a congresistas de Estados Unidos para que hagan respetar sus intereses.

El caso ya generó un debate de control en el Congreso colombiano, luego de revelarse una carta del embajador en Washington, Luis Carlos Villegas, al Ministerio de Salud, en la que expuso las preocupaciones de los estadounidenses.

Chatarra incómoda

El tema de la chatarrización seguramente se refiere a la necesidad de demostrar la salida de circulación de un vehículo de carga para poder conseguir un cupo nuevo, lo cual afecta directamente a Estados Unidos, que es el principal proveedor de camiones del país.

En cuanto al etanol, Biden se lamenta por las “nuevas restricciones a la importación”. A finales de abril, el Ministerio de Minas y Energía expidió la Resolución 9 0454, que restringe la compra de alcohol carburante del extranjero a la eventualidad de que la oferta local no atienda el 100 por ciento de la demanda.

Pasada la página de los temas álgidos, el vicepresidente le dice a Santos que Colombia tiene mucho que ofrecer en materia de seguridad y lo invita a aumentar su participación en operaciones de paz.

“En la medida en que el conflicto vaya cesando y Colombia se mueva hacia una estrategia de seguridad más sostenible, organizaciones como la ONU y la Otán se beneficiarían con un mayor involucramiento del país en operaciones de paz (...). Ya está ofreciendo usted una experiencia significativa en Centroamérica y el Caribe, mediante nuestro Plan de Acción en Seguridad Regional y con el acuerdo de intercambio de información con la Otán, del 2013. Pero necesitamos a Colombia involucrada en más lugares”, subraya Biden.

La mano derecha del presidente Obama remata su misiva reiterando el respaldo de su administración a las negociaciones de paz en La Habana y diciendo que tanto él como el mandatario estadounidense tienen la esperanza de que llegará “el día histórico en que los colombianos puedan vivir en un país libre del miedo y violencia”.

Y aunque el alto funcionario anota que tiene confianza en que ambos gobiernos encontrarán “una vía” para solucionar las diferencias en el campo económico, sus quejas sin duda generarán controversia.