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Las cinco medicinas más autoformuladas

15.10.2014 16:26

https://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/salud/medicamentos-mas-autoformulados/14685626

Las cinco medicinas más autoformuladas

Cuando los fármacos se administran sin vigilancia, no se detectan los efectos adversos que causan.

La creencia popular de que algunos medicamentos son completamente inofensivos, más el demorado acceso al sistema de salud, hace que muchas personas, ante dolencias o malestares, decidan autoformularse y utilicen el que le recomendó algún familiar, un amigo o, simplemente, el que le vendió el farmaceuta.

Aunque no existen estudios que indiquen qué tan frecuente es dicha conducta, los especialistas coinciden en la percepción de que es una práctica recurrente.

Jaime Calderón, presidente de Sociedades Científicas, manifiesta que “en la práctica clínica, los pacientes no solo son automedicados, sino que en los expendios de las farmacias los vendedores, además de formular, muchas veces sugieren cambios en la medicación ordenada por el médico”.

Natalia Londoño, neumóloga y presidenta de la Asociación Colombiana de Medicina Interna, dice que los médicos son los únicos idóneos para hacer un adecuado diagnóstico y definir qué y cuánto medicamento debe administrarse.

En esta época de invierno, explica la neumóloga, aumentan las enfermedades respiratorias agudas y también la autoformulación. “Los llamados ‘matrimonios’ recomendados por los farmaceutas, que son casi siempre compuestos por antihistamínico, analgésico y antibiótico, en cantidades menores y por días, resultan insuficientes y fortalecen los gérmenes”, agrega.

Rodrigo Pardo Turriago, neurólogo de la Clínica Marly, añade que, cuando el abuso se da con hipnóticos o drogas sedativas, pueden producirse efectos importantes sobre la atención, la concentración y la capacidad de mantenerse alertas en momentos críticos, con un alto riesgo de accidentalidad. En otros casos se puede llegar a sufrir efectos tóxicos.

Camilo Quiroga, infectólogo del Hospital San Ignacio, cuenta que les pregunta a sus pacientes: “Si a usted se le daña el televisor de la casa, ¿es capaz de bajarlo para intentar repararlo? La respuesta es ‘no’, pero para darle a su cuerpo ciertos fármacos no piensan tanto, cuando lo que está en juego es la salud”.

Estos son los cinco grupos de fármacos más automedicados en el país y sus posibles efectos.

Antinflamatorios

Hacer un mal uso de los mismos, tomándolos continuamente o por largos periodos, puede producir daño renal, hasta el punto de poder terminar con diálisis y trasplante.

Consumir este grupo de fármacos periódicamente, advierten los especialistas, puede afectar también críticamente el estómago, inflamándolo; y en sus formas graves, provocar un sangrado digestivo por las úlceras que puede ocasionar. Incluso, entre otras reacciones adversas, están los brotes en la piel o las alergias.

Analgésicos

Los analgésicos simples no producen efectos sobre el sistema nervioso, pero su uso no controlado puede causar lesiones renales, en ocasiones irreversibles.

La administración de medicamentos para dolores comunes, en niños, debe ser contrastada con su historia clínica, porque si se trata de un paciente con lesión hepática, puede haber un daño que conduzca incluso a una falla hepática de carácter mortal.

“Por ejemplo, el uso continuo de analgésicos, sin control médico, puede suponer el desarrollo de dolor por analgésico, aun cuando parezca improbable; el abuso de analgésicos, particularmente contra el dolor de cabeza, conduce a un dolor intratable por el uso de los mismos”, añade Pardo Turriago.

La reacción frente a un grave dolor de cabeza es buscar la causa que lo produce, y no intentar quitarlo simplemente todos los días.

Antibióticos

Para los expertos pueden representar uno de los más altos riesgos. Especialmente, los tratamientos cortos hacen que las bacterias se hagan más fuertes y crezcan, hasta el punto de perder efectividad contra las mismas, lo que le hace, de paso, un daño a la sociedad, por tener microorganismos más resistentes.

Puede pasar que las personas no tomen el tipo de antibiótico adecuado para la bacteria que causa su infección. Entonces no solo el paciente sigue enfermo, sino que, de paso, les hace daño a su hígado y riñón.

Según los especialistas, la gente usualmente consume antibióticos para infecciones virales y bacterianas. Generalmente las gripas son virales, por eso cuando la gente busca ‘atacarlas’ con antibióticos mata la flora normal y las bacterias se hacen más resistentes, lo que hace más frecuentes las infecciones urinarias y las alergias en la piel.

Antigripales-antihistamínicos

Pueden afectar el comportamiento y el estado de alerta cuando no se toman las precauciones necesarias. Como consecuencia de su uso, la persona que no está completamente alerta y se siente somnolienta puede tener accidentes caseros, automovilísticos o laborales.

Los antigripales usualmente contienen varios componentes que disminuyen el flujo nasal, bajan un poco la congestión y el malestar.

Se han hecho advertencias sobre el uso de los mismos, especialmente en gente joven, que puede presentar mayor riesgo de hemorragia intracerebral.

Por lo mismo, las recomendaciones contra el resfriado común consisten en una buena hidratación y manejo de los síntomas con pastillas para el dolor si el médico lo ordena.

Purgantes y antidiarreicos

Los laxantes pueden producir un desequilibrio en los electrolitos, que son los encargados de mantener equilibrado el organismo. En los casos más extremos, podrían producir arritmias o paros cardiacos, dicen los expertos consultados.

La mayoría de diarreas agudas, tanto en adultos como en niños, son virales y se resuelven con una buena hidratación.
El tipo de diarrea por bacterias generalmente tiene como antecedente una comida previa, sospechosa de haberla causado. Sus características son dolor abdominal, fiebre y diarreas que no mejoran. En esos casos, los médicos sí recomiendan medicación, pero nunca antidiarreicos.

De otra parte, muchas personas se purgan por rutina, cuando sienten piquiña en la piel o les duele la cabeza. Los médicos advierten que un purgante sin fórmula puede hacer toxicidad para el hígado y, si el paciente consume alcohol, pueden desencadenar una hepatitis grave.

Puede haber incluso una neuropatía periférica, hormigueo y sensaciones anormales.

El botiquín, bien hecho

En la misma línea de no automedicarse, se aconseja que el botiquín no tenga fármacos. Mucho menos guardar allí los que sobran, luego de alguna dolencia y se vencen, sin darnos cuenta.

Recuerde mantener estos elementos lejos del alcance de los niños.

Tenga siempre: Alcohol sellado.
Gasas, algodón, copitos.
Vendaje elástico.
Tapabocas, guantes desechables.
Tijeras bien afiladas.
Termómetro oral o digital.
Linterna, con pilas nuevas. Sobres de suero oral.
Jabón, para limpiar heridas después de accidentes.
Una caja de fósforos.

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