Mecanismo Social de apoyo y control en Vih


Pésimo negocio de las EPS

22.11.2014 12:05

https://www.elcolombiano.com/opinion/columnistas/pesimo-negocio-de-las-eps-FM691142

Pésimo negocio de las EPS

Bastan unos minutos en cualquier sede de EPS para percibir el malestar de los usuarios. El porcentaje más alto es de pensionados o cercanos a la jubilación. Muchos, por dos décadas, no supieron cuál era su unidad de servicios. Ahora, lo tienen claro, y empiezan a sentirse parte del paisaje al que acuden una vez por semana. Las caras son las mismas, y, cada vez, en situación más lamentable. Para algunos se ha vuelto tan familiar este espacio, que en algunas taquillas no les piden documento de identidad, y los saludan por su nombre. Años atrás, fueron de esa amplia generación que se ufanaba de no requerir servicios médicos. Como a los jóvenes de hoy, no les dolía una muela, pero aportaban.

Si afinas el oído, te enteras que el sitio, más que servicio de salud, es un valle de lamentos: tenía indicios de paro cardíaco, pero le mandaron relajantes; no hay cama disponible para la hospitalización; tiene los resultados de los exámenes ordenados por el especialista, pero lleva seis meses solicitando que los lea; los fármacos prescritos son cambiados o disminuidos por los auditores; las citas asignadas se han cancelado o se hallan en indefinido suspenso por falta de agenda con las entidades subcontratadas; aún, después de varios meses, están pendientes de una cirugía urgente; les toca venir mes por mes por medicamentos cuyo valor es menor al costo del transporte, algunas veces, para escuchar: no los tenemos aún; le diagnosticaron cáncer, pero cuando lograron poner en marcha el proceso de atención, el tumor había hecho desastres en el organismo; le ordenaron terapias simultáneas de quimio y radio, pero la EPS no las autoriza a tiempo ni sincroniza las sesiones. En la cadena de los procedimientos, no es extraño encontrar, en algún eslabón, ángeles que te atienden como es debido. En general, lo hacen bien. Lo malo es el sistema en el que ellos también están atrapados.

Este panorama dantesco ha hecho que tome fuerza la necesidad de contratar planes de atención complementaria que suplan las deficiencias de las EPS, como la medicina prepagada, pólizas de seguros o el servicio domiciliario.

Por datos de la Superintendencia de Salud, sabemos que se acerca al millón el número de afiliados a estos servicios, que solo pueden pagar quienes tienen holgada solvencia económica.

Entre las novedades por incluir en las pendientes reformas a la salud es urgente garantizar protocolos de atención oportuna, efectiva y de calidad, lo mismo que chequeos periódicos de especialistas, ojalá una vez al año, que permitan detectar a tiempo el riesgo de enfermedades. Como en cualquier país civilizado, los trámites deberían ser de una semana. Ganarían tanto los pacientes, porque sería la oportunidad de frenar a tiempo sus dolencias, como el Fosyga y las mismas EPS, pues sería menos oneroso cubrir costos de una enfermedad cuando presentan indicios, a curarla cuando llegan las complicaciones.

—————

Volver