Dichos objetivos marcaban que para el 2020 se debía tener el 90 por ciento de los casos estimados de VIH diagnosticados, el 90 por ciento de estas personas tratadas con antirretrovirales y el 90 por ciento de quienes reciben el tratamiento con su carga viral suprimida para lograr así el control de la infección y la prevención de la transmisión.

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Sin embargo, los datos oficiales más recientes (2017) evidencian que si bien el indicador de diagnóstico está en 85 por ciento, los de tratamiento y supresión de carga viral se ubican en 60 y 43 por ciento, respectivamente. El tema es preocupante si se tiene en cuenta que según el más reciente informe ‘Situación de la epidemia de la infección por el VIH y respuesta 2019’, de Onusida, Colombia está muy por debajo de los otros países de Latinoamérica y la región en las dos últimas metas.

Para el 2018, por ejemplo, el porcentaje de personas con VIH que conocían su estado era 79, el de pacientes en tratamiento antirretroviral era 78 y el de carga viral suprimida era 87, el doble de lo que registró Colombia (43 %) en el 2017.

A pesar de estos indicadores, el viceministro de Salud, Iván Darío González, ratificó el compromiso del Gobierno para reducir los riesgos y evitar la transmisión de la infección, a través del fortalecimiento de la respuesta integral en atención y prevención.

En ese sentido, destacó que el país cuenta con la gran mayoría de tecnologías disponibles para enfrentar esta epidemia incluidas en el sistema de salud.

“El Plan de Beneficios en Salud (PBS) cubre la entrega de preservativos a través de los servicios de salud, las pruebas diagnósticas, los exámenes complementarios tales como niveles de carga viral o linfocitos CD4, suministra los medicamentos antirretrovirales para las personas que viven con la infección, las leches de fórmula para los niños nacidos de madres que viven con VIH, la profilaxis pos exposición tras eventos de violencia sexual o accidentes de ruptura de condones o accidentes ocupacionales en los que haya contacto con sangre", recordó.

Gracias a eso Colombia sigue la tendencia de Latinoamérica de reportar un aumento de contagios (por la identificación de casos) y reducir la mortalidad. Se calcula que dos millones de personas viven con VIH en la región y cada año cerca de 35.000 pierden la vida por causas relacionadas con el sida.

La cifra anual de muertes relacionadas con el sida en Latinoamérica disminuyó un 14 % entre 2010 y 2018, año en el que se reportaron 35.000 fallecimientos, pero las nuevas infecciones aumentaron un 7 %.