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El ejercicio físico conllevaría mayor pérdida de grasa en personas con el VIH que en aquellas no infectadas

21.09.2020 00:55

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El ejercicio físico conllevaría mayor pérdida de grasa en personas con el VIH que en aquellas no infectadas

Un estudio llevado a cabo con personas de mediana edad y mayores, también ha detectado que la recuperación de masa magra se daría a menor velocidad en personas con el VIH

 

Un estudio realizado en la Universidad de Colorado en Denver (EE UU) ha concluido que la realización de ejercicio físico de tipo aeróbico en personas con el VIH de mediana edad y mayores se traduciría en mayores pérdidas de grasas subcutánea y visceral que las observadas entre personas sin el VIH de edades similares. La recuperación de masa magra, por el contrario, sería superior en personas sin el VIH.

A medida que las personas con el VIH envejecen –como también sucede en la población general- se produce una menor actividad física y determinados cambios hormonales (descensos de los niveles de estrógenos en mujeres y de testosterona en hombres), lo que se traduce en un aumento de la grasa corporal y una disminución de la masa magra. En el contexto de la infección por el VIH, además, también pueden colaborar en los cambios de composición corporal la inflamación asociada a la propia infección o los efectos de algunos antirretrovirales (véase La Noticia del Día 08/07/2020).

Para observar los efectos sobre la composición corporal de un programa de ejercicio físico aeróbico, los autores del presente estudio contaron con la participación de 27 personas con el VIH –un 93% de las cuales eran hombres- de edades comprendidas entre los 50 y los 74 años y 28 personas sin el VIH de características demográficas similares. Todos los participantes llevaban una vida sedentaria.

El programa de ejercicio físico tuvo una duración de 24 semanas. Las primeras 12 semanas todos realizaron ejercicio físico de intensidad moderada, mientras que en las siguientes 12 semanas los participantes fueron distribuidos aleatoriamente a continuar con el programa de intensidad moderada o pasar a un programa de ejercicio físico de alta intensidad. La grasa corporal y la masa magra fueron medidas antes y después de las 24 semanas de ejercicio por medio de absorciometría dual de rayos X (DXA, en sus siglas en inglés)

Antes de comenzar el programa de entrenamiento, las personas con el VIH presentaban una cantidad de grasa corporal significativamente inferior al de aquellas no infectadas (p= 0,003), pero no había diferencias significativas entre ambos grupos respecto a la masa magra.

Las personas con el VIH presentaron una mayor reducción de la cantidad de grasa corporal que aquellas sin el VIH (reducción de 2,0 Kg y de 0,9 Kg; respectivamente; p= 0,03) y también una mayor reducción del área de tejido adiposo visceral (reducción de 17,7 cm2 y de 10,3 cm2; respectivamente; p= 0,03).

En cambio, respecto a la recuperación de masa magra se observó una tendencia no significativa a que dicha recuperación fuera mayor en personas sin el VIH (aumento promedio de 0,6 Kg y de 0,8 Kg en personas con y sin el VIH, respectivamente).

Las diferencias entre la intensidad del ejercicio no repercutieron sobre los cambios en el área de tejido adiposo visceral, la cantidad de grasa o la masa magra.

Los resultados del presente estudio muestran los beneficios que un programa de ejercicio aeróbico puede tener sobre la composición corporal de las personas con el VIH de mediana edad y mayores. Aunque –para ser observado- el aumento de masa magra puede requerir de una mayor carga de ejercicio que la analizada en el presente estudio, los descensos de masa grasa y del tejido adiposo visceral evidenciados son importantes y pueden ayudar a reducir el riesgo de padecer enfermedades relativamente frecuentes durante el envejecimiento tales como aquellas de tipo cardiovascular. Cabe tener en cuenta que este tipo de comorbilidades son más frecuentes en personas con el VIH que en la población general (véase La Noticia del Día 25/09/2018), lo que pone de relieve la importancia de los efectos beneficiosos y preventivos del ejercicio físico en el contexto de la infección por el VIH.

 

 

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