¿Cómo así que en medio de esta crisis se está ampliando el Hospital?” es lo que dijo Andrés Aguirre Martínez, director general del Hospital Pablo Tobón Uribe, al referirse a la pregunta que varias personas podrían hacerse, porque el centro hospitalario se está ampliando para mejorar la capacidad de atención.

Ante eso, él tiene una respuesta, que también es otra pregunta: “¿Cómo permanecer insensibles e impasibles a lo que estamos viendo y viviendo?”. Se refirió a que “la realidad cotidiana del Hospital es que amanecen pacientes en urgencias” y la apuesta con la nueva construcción es ampliar la cobertura para prestar un mejor servicio.

Gracias a un crédito otorgado por la Financiera del Desarrollo Territorial S.A (Findeter) el Hospital Pablo Tobón Uribe duplicará su capacidad pasando de 371 camas a 682, tendrá una central de Urgencias, Hospitalización, unidad de cuidados intensivos, unidad de centros especializados y ampliación del espacio de cirugía para pacientes adultos y pediátricos, pero también tendrá helipuerto. 

Según Aguirre Martínez, la motivación grande del Hospital al hacer una ampliación es de responsabilidad social: “Colombia tiene 1,6 camas por cada 1.000 habitantes y Antioquia está por debajo de ese promedio, puesto que tiene 1,5 camas por la misma población” y agregó que los países de la Ocde (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) tienen 4,8 camas por cada 1.000 habitantes.

Se espera que las obras concluyan antes de octubre, mes en el que sería inaugurado el edificio nuevo del hospital.

Para Francisco Londoño Posada, jefe de Planeación del Hospital, lo fundamental es que la construcción le apuesta al bienestar de los pacientes, pero también contribuye con el medio ambiente, puesto que reduce los consumos de energía y aprovecha al máximo la luz natural, evita la generación del calor en producción de agua fría para el aire acondicionado, tiene plantas de energía de emergencia y tanques de agua para responder por más de 70 horas en caso de desabastecimiento y aprovecha las aguas lluvias. 

Además, buscando no exponer a los pacientes a las infecciones, la mayoría de las habitaciones se construyó de manera aislada.

Para la edificación de la obra, según Londoño Posada, consultaron en ferias y hospitales internacionales.

Pero no sólo se trata de infraestructura, aseguró Aguirre Martínez, quien dijo que “como las camas no son las que atienden a los pacientes”, se está capacitando al personal médico en subespecialidades en otros países para garantizar atención de calidad.

“Es un hospital que quiere que su alma toque a las personas que necesitan la atención en el departamento y en el país. Es una obra de todos y para todos”, mencionó Londoño Posada.

satisfacción de los pacientes