Hay suficiente Metadona para tratar a los adictos de heroína: Carisma

Este cruce de versiones se generó por el reciente fallecimiento en Medellín de un joven de 17 años, al parecer, por sobredosis de heroína. Los familiares del menor de edad anotaron que el muchacho llevaba algunos meses consumiendo este opiáceo y agregaron que estaba desescolarizado y que trabajaba en la calles vendiendo manillas y como malabarista en los semáforos.

Ante el hecho, el médico toxicólogo de la Clínica las Américas, Hugo Alberto Gallego, dijo que una situación difícil que enfrenta el país —en especial Medellín— es la escasez cada vez mayor de Metadona. Resaltó que la presentación de 40 miligramos para personas muy avanzadas en el consumo está agotada en nuestro medio.

Sin embargo, en la E.S.E. Hospital Carisma aseguran lo contrario; además, dicen que cuentan con un programa integral en el tratamiento de opiáceos, el cual es manejado por un personal médico especializado y con alto reconocimiento a nivel mundial.

“Actualmente tenemos 225 personas en el programa de metadona. Al mes se atienden cerca de 900 personas en consulta externa y en promedio se hospitalizan de 100 a 150 usuarios”, aseguró Carlos Mario Rivera Escobar, gerente del Hospital Carisma.

El gerente de Carisma enfatizó que el principal objetivo del programa de mantenimiento con Metadona es estabilizar a las personas dependientes de opiáceos, para controlar el síndrome de abstinencia mientras tratan de normalizar su rutina y mejoran su estado de salud.

El médico toxicólogo Hugo Alberto Gallego, dijo que ya hay una alerta nacional en seis ciudades del país: Medellín, Cali, Armenia, Pereira, Cúcuta, Bogotá y en Santander de Quilichao, departamento de Cauca, por lo que este profesional llama’ “brote epidémico” por el consumo de la heroína de tan nefastas consecuencias para la integridad física y mental de las personas.

Alertó que en Medellín, donde por su bajo costo ha trascendido los estratos sociales, ya se ven habitantes de calle inyectándose a cualquier hora en los espacios públicos.

Advirtió el toxicólogo que este fenómeno requiere con urgencia una vigilancia epidemiológica especial, debido a que ya ha tenido pacientes de 10 años que consumen esta droga.

Recordó que el consumo de heroína es tan delicado que si al adicto se la venden muy concentrada, puede morir por una sobredosis.