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Iniciar el tratamiento antirretroviral en las primeras semanas de infección reduciría el reservorio viral en un 99%

19.04.2020 21:32

 

Iniciar el tratamiento antirretroviral en las primeras semanas de infección reduciría el reservorio viral en un 99%

 

Los reservorios serían sensibles al tratamiento antirretroviral durante la infección aguda, algo que no se observa en la fase crónica

 

Un artículo publicado en Science Translational Medicine ha concluido que inicial el tratamiento antirretroviral dentro de las primeras semanas posteriores a la infección por el VIH conllevaría una reducción del reservorio viral del 99% respecto al tamaño que el reservorio tendría si se iniciara el tratamiento en fase de infección aguda muy avanzada o en fase crónica. Ello vendría a significar que durante las primeras fases de la infección el reservorio viral sería sensible a los antirretrovirales (algo que no sucede en fases posteriores).

En los últimos años se han acumulado evidencias científicas que apoyan el inicio del tratamiento antirretroviral tan pronto como sea posible tras la infección, hasta el punto que si se inicia de forma suficientemente precoz, la esperanza de vida no se vería afectada por causa del VIH ( véase La Noticia del Día 17/03/2020 ).

Uno de los principales objetivos de un inicio precoz de la terapia antirretroviral es conseguir que el reservorio viral (compuesto por el material genético insertado en el núcleo de las células huésped) sea tan pequeño como sea posible. Cabe tener en cuenta que el reservorio viral estaría implicado en la replicación de baja intensidad que el VIH lleva a cabo cuando las personas están en tratamiento y que se relacionaría, entre otros factores, con cierto estado de inflamación que conllevaría un mayor riesgo de padecer determinadas enfermedades, especialmente aquellas de tipo cardiovascular.

Para establecer de forma precisa cómo el momento de iniciar el tratamiento condiciona el tamaño del reservorio viral, un equipo internacional de investigadores liderado por la Universidad de Montreal (Quebec, Canadá) analizó muestras de una cohorte conocida bajo el nombre de TV254/SEARCH010.

Dicha cohorte incluye a personas que han adquirido la infección por el VIH recientemente y se encuentran en fase aguda, algo que es factible establecer a través de las determinaciones analíticas sanguíneas contempladas en la escala Fiebig (ARN viral, antígeno p24, prueba ELISA, prueba Western blot y antígeno p31). La escala Fiebig contempla 6 estadios, de los que 5 se corresponden con fases de la infección aguda y la sexta ya incluiría a la infección crónica. Para poder ser incluidos en la cohorte, los participantes debían estar en los cinco primeros estadios de la escala Fiebig. Tras ser incluidos en el estudio, todos los participantes iniciaron tratamiento antirretroviral.

En el presente estudio se compararon los resultados de 170 integrantes de la cohorte TV254/SEARCH010 (diagnosticados durante la infección aguda) con los de un grupo control integrado por 100 personas que inició tratamiento durante la fase crónica de la infección (estadio VI según la escala Fiebig).

La mayor parte de los participantes (94% en el grupo con infección aguda y 80% en el grupo con infección crónica) eran hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (GBHSH). En el grupo con infección crónica había un mayor porcentaje de mujeres (35% respecto al 4% en el grupo con infección aguda). La mediana de la edad era de 27 años en el grupo con infección aguda y de 31 en el grupo con infección crónica.

Al comparar los resultados de los dos grupos y estratificar los resultados del grupo de personas que iniciaron el tratamiento durante la fase aguda, los investigadores hallaron que aquellas personas que iniciaron el tratamiento dentro de los 3 primeros estadios Fiebig, es decir, cuando llevaban menos de un mes infectadospresentaban un número de células huésped con ADN del VIH integrado inferior en un 99% al observado en quienes iniciaron el tratamiento antirretroviral en la fase crónica de la infección . Dicha diferencia se mantuvo estable durante 96 semanas de seguimiento.

De forma destacable, mientras que en los grupos dentro de los 3 primeros estadios Fiebig se observó una reducción notable del número de células huésped con ADN del VIH integrado tras el inicio del tratamiento antirretroviral, entre quienes iniciaron el tratamiento durante la fase crónica no se observó dicha reducción . Ello podría significar que el periodo que el reservorio es susceptible a la acción del tratamiento antirretroviral tras la infección sería de muy corta duración .

En las personas tratadas durante los primeros estadios según la escala Fiebig, el número de células huésped con ADN del VIH integrado llegó a ser casi indetectable en todo el organismo. Las pocas células que pudieron ser detectadas con ADN integrado del VIH fueron halladas en tejidos linfoides, los cuales, dada su alta densidad de células inmunitarias susceptibles al VIH, son los principales reservorios del VIH en el organismo.

Aunque el hallazgo del presente estudio no tiene un gran significado clínico a día de hoy –la gran mayoría de personas con el VIH que alcanzan carga viral indetectable sin haber llegado a un recuento de CD4 nadir demasiado bajo gozarán de un buen estado de salud y tendrán una buena esperanza de vida- cabe prever que las personas con reservorios del VIH más pequeños serán las que más rápidamente podrán beneficiarse de las estrategias encaminadas a la cura funcional de la infección por el VIH. Por ello, los resultados del presente estudio pueden llegar a ser muy relevantes para establecer criterios de selección en estudios que investigan dichas estrategias.

 

 

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