Ojo con la salud de las UCI

Hay un certeza con la crisis de la salud en el país, ningún espacio de los hospitales, clínicas y centros de atención estaría libre de verse afectado por esta.

Las unidades de cuidados intensivos (UCI) también están dentro de esa situación y esto podría generar una situación de mayor preocupación, pues es en estas donde se atiende y controla a las personas que presentan una situación más compleja en su salud.

“Existen dificultades con el sistema de salud. Si bien se permite el acceso de los pacientes a las UCI (de otra forma por el costo no sería asequible a la población), la crisis económica del sistema puede limitar la formación del personal, la adquisición de tecnología y los programas de calidad y reducción de los riesgos. Todo esto es absolutamente necesario en las unidades, pero tiene un costo elevado que lo tienen que asumir los hospitales y las clínicas”, dice Juan David Uribe Molano, jefe UCI adultos de Cardio VID.

Es una situación que, además de afectar a las instituciones prestadoras de servicio de salud, perjudicaría en mayor medida a los pacientes. Son, a la larga, los que requieren la atención y un servicio adecuado que permita la recuperación de una afectación que, por su complejidad, solo puede ser monitoreada en estas unidades.

Juan Pablo Guerrero Quintero, vocero del Hospital San Vicente Fundación, considera que por “la crisis de salud se pueden ver afectados los pacientes por falta de camas, porque algunas instituciones no tienen contratos con las EPS. Debido a estas crisis de salud, las instituciones se ven obligadas al cierre de servicios y si ocurre esto, los que se verán afectados son los pacientes”.

Enfermedades graves

Las UCI tienen todo el montaje, el equipo técnico y humano, además de un funcionamiento constante, que permite brindar los servicios de atención y recuperación de pacientes con enfermedades graves, cirugías o procedimientos de alto riesgo.

“En estas es posible dar soporte a la función de diferentes órganos con dispositivos o medicamentos y proveer los cuidados necesarios mientras se recupera de la enfermedad o la situación que lo llevó a su hospitalización”, comparte Uribe Molano.

Esa particularidad, de ser espacios con una atención diferencial y de más detalle, los convierte en unidades vitales para la salud de la población.

El Jefe de la UCI de Cardio VID evita especular con el número de estas unidades que se requieren en Medellín, en lo que sí tiene certeza es que estas deben contar con el número adecuado de camas para garantizar la atención a los pacientes que la requieren.

“Si bien en algunos momentos todas las camas de cuidado intensivo pueden estar llenas, estos momentos son infrecuentes y no siempre hay una ocupación del 100 %”, dice.

Prevención y promoción

Contar con la tecnología y los profesionales idóneos son un requisito que se vuelve regla, pero la labor preventiva también juega un papel relevante.

“Más importante que crear más camas de cuidado intensivo es garantizar una adecuada atención en otros niveles de atención, se debe fortalecer la promoción y la prevención y esa tiene que ser una prioridad”, comenta Uribe Molano.

Agrega que es necesario tener hospitales de segundo nivel de complejidad y mejorar la oportunidad para la atención oportuna de las urgencias.

La solución, dice, está en mejorar de forma global la calidad y la eficiencia del todo el sistema de atención en salud antes de crear más camas de cuidado intensivo, “las cuales son costosas, además de que las condiciones de salud de los pacientes antes del ingreso a la UCI tiene un fuerte impacto en el pronóstico”.

Este panorama es el que permite visualizar que las UCI pueden verse afectadas por un sistema de salud deficiente.

Estaría en un efecto cadena que llevaría a situaciones peores: pacientes graves no podrían ser atendidos o entrarían en un riesgo mayor si no se cuenta con la tecnología adecuada, si no se tiene el personal suficiente para la atención o si este no cuenta con la capacitación suficiente que permita el control y monitoreo de las personas que se encuentren en estas unidades.

Además, es necesario que los cuidados día a día sean mayores, pues cada vez se están más expuestos a patologías de mayor atención, así lo dejó ver la directora de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a fines del año pasado, al advertir que “las superbacterias pueblan los hospitales y las unidades de cuidados intensivos del mundo entero”, lo que obliga a que las UCI cada vez se blinden más, para lo que el sistema de salud tenga bases sólidas.